El galgo dentro de casa es como tener una alfombra, ni te enteras de que está. No da un ruido. Pero en cuanto sales por la puerta, y le quitas la correa....................................................................el primer momento es de desfogue, empieza a correr en grandes circulos, para un lado, para otro, hacer quiebros, etc. etc. Luego ya para un poco, pero no es un perro que vaya a tu ladito, siempre va de aquí para allá, corriendo. Para mí uno de los espectáculos más bonitos que nos puede dar un perro, es ver correr al 100% a un galgo, es increíble.
Y ojo como se pone cuando alguien viene de visita. Parece un perro entrenado en defensa. Se le eriza el pelo y si no la conoces, acojona verla. Lo que pasa que luego es tan asustadiza, que al menor movimiento sale huyendo.
A mí es un perro que me ha dejado impresionado, y que volvería a tener, pero sobretodo cogiéndolo de cachorro, para que no esté condicionado por la mala vida que les dan los galgueros, que se nota y mucho en el comportamiento.
Si adoptas uno, has de tener en cuenta algunas cosillas, como que no tenga opciones de escapar de la casa, ya que son muy dados a pirarse (hablo de cuando adoptas un adulto), ser muy, muy pacientes con ellos, pues están muy condicionados por el mal trato (generalmente) que le dan los galgueros, ha de pasar bastante tiempo hasta que te decidas a soltarla en campo abierto (aquí es bueno que lleves algún otro perro), en fin, que la integración de un galgo adulto es un poco diferente a la de otros perros.
Yo te animo a que lo hagas. No te arrepentirás.