Qué preciosidad de moto, y encima con un dueño poeta, jejeje. La verdad es que a las motos se les coge un cariño increíble, se convierten en compañeras de muchos recuerdos bonitos de nuestras vidas... Y además a cambio de un poco de cariño y cuidado devuelven muchas satisfacciones. Casi casi como si estuvieran vivas...
¡Por cierto! Podrás cambiarla por otra más joven, pero más bonita ¡no creo! La tienes despampanate con esos dos tubos de escape, esas llantas... ¡Guapísima!
"Pero las cosas se han vuelto a torcer... Y no soy de los que se dejan coger"